martes, 22 de diciembre de 2009

¿Y si la aseguradora dice NO?

Partiendo de la base que los intereses de las aseguradoras son unos y los intereses de los asegurados son otros, es fácil imaginar que éstos pueden verse enfrentados a la hora de la resolución de un siniestro. Es ahi cuando la figura de la correduría de seguros juega un papel importante.

Esta figura adquiere especial relevancia a la hora de una negativa injustificada por parte de la compañías siendo sus funciones interpretar, razonar y justificar los argumentos que sean más favorables para los intereses del asegurado.

En este sentido voy a poner un ejemplo real que nos ocurrió en la correduría:

Debido a un temporal de viento en el mes de mayo de 2009, a un cliente nuestro del Restaurante A. se le dañó un cartel de vinilo. La compañía pagó al asegurado la rotura del mismo descontada la franquicia de 150€ establecida para fenómenos atmosféricos. Nosotros alegamos que debía de atenderse el siniestro no por la cobertura de fenómenos atmosféricos, sino por la de rotura de cristales que actúa como un todo riesgo y en la cual no se aplicaba franquicia alguna.

La compañia rechazó el pago via amistosa y nosotros aconsejamos pasar el asunto al servicio de defensa jurídica. Gracias a la intervención de Arag (defensa jurídica contratada por el asegurado gracias a nuestro asesoramiento) ha sido indemnizado por la totalidad del siniestro.

En los tiempos que corren, donde el interés de las aseguradoras de reducir sus cargas siniestrales resulta ser una necesidad para consolidar beneficios en momentos de reducción de primas, el asegurado necesita más que nunca el asesoramiento independiente de una correduría con experiencia y comprometida con sus intereses.

No quiero pensar cuantos siniestros se están rechazando total o parcialmente por las aseguradoras ante el desconocimiento del aseguarado y la falta de un asesor que defienda sus intereses.

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